Tal y como vimos en nuestro anterior artículo, en el que hablamos de la Falkirk Wheel, no todos los ascensores son utilizados para el desplazamiento de personas o cargas. En el día de hoy te queremos enseñar como los ascensores de vehículos, consiguen facilitarnos la vida, aprovechando mucho más el espacio del que disponemos.

 

 

El tema de las plazas de aparcamiento en algunas de nuestras ciudades es un problema. El aumento del parque automovilístico, sumado al también aumento de habitantes por metro cuadrado, hace que encontrar un trozo de calzada donde dejar nuestro coche se convierta, en muchos lugares, en un acto heróico. Hasta la fecha, los solares de dimensiones reducidas, obligaban a hacer garajes con pocas plazas, o a destinar el escaso espacio de las parte de los sótanos únicamente a trasteros. El lugar que ocuparía una rampa, en muchas ocasiones estrecha, angosta y con giros imposibles para la maniobrabilidad de un vehículo, no ayudan nada a que se destine la parte más baja del edificio a la construcción de un garaje.

No hay una medida estándard para este tipo de montacargas. Las dimensiones pueden adaptarse al espacio del lugar donde va a estar ubicado el edificio residencial, y a las necesidades del arquitecto. De todas formas, se exigen unas medidas mínimas, en las que impera el sentido común, como es que las puertas al abrirsen, dejen libre la totalidad de la anchura de la cabina, y que la altura de la misma sea superior a dos metros veinte, ya que tiene que permitir la entrada a vehículos altos, como son las furgonetas.

 

Imagen de tripsavvy.com

 

Existen dos tipos de estos ascensores:

  • Los que podemos encontrar en garajes públicos de grandes ciudades, en los que está terminantemente prohibido estacionar el vehículo con ocupantes en su interior.
  • Los que encontramos en las comunidades de vecinos, en los que pueden subir también personas. El desplazamiento entre plantas se puede realizar mediante mando a distancia desde dentro de la cabina, facilitando así la maniobra de aparcamiento. Las medidas de seguridad son, evidentemente, mucho mayores que en los anteriores.

Imagen de selldorf.com

 

Sabemos que, instalar ese tipo de ascensores en nuestras viviendas, nos facilitan la vida, ya que evitan las maniobras complicadas, y en un lugar relativamente pequeño se puede construir un mayor número de plazas de parking, pero no todo son ventajas:

  • El disponer de tener ascensores en una finca, conlleva un mayor recibo mensual de gastos de escalera. Contar con una buena empresa, que realice con total garantía las revisiones periódicas, es algo esencial. También debemos tener en cuenta que aumenta el consumo eléctrico del edificio.
  • Un ascensor de estas características enlentece la salida y entrada de los vehículos al garaje, al tener que ponerse en marcha diferentes mecanismos para realizar esta operación.

La verdad es que, en terrenos edificables donde las dimensiones no son las más adecuadas para ser utilizadas como garaje, el instalar uno de estos elevadores, a pesar de su costo, puede ser una gran solución tanto para los vecinos, como para evitar la saturación de automóviles en nuestras calles.